Hostilidad entre bandas y fans

A veces la exaltación extrema de los sentimientos y pasiones por un grupo musical puede convertirse en hostilidad. Sólo hay que recordar el asesinato a quemarropa del ex-Pantera Dimebag Darrell mientras su banda Damageplan daba un concierto en Columbus, Ohio. Al margen de estos desgraciados sucesos existen otros en los que el público tiene un papel más importante que la propia música.

Henry Rollins repartiendo puños como plata.
El típico fan que desde la primera fila trata de burlarce de su heroe intentando agarrar el micrófono en varias ocasiones. El pobre hombre tuvo la desgracia de hacerlo con un Henry Rollins en plena forma e ira.

Glenn Danzig noqueado
Liderar una banda clásica del underground y poseer un musculoso cuerpo de 100 kilos, no le libra a uno de acabar un concierto con un certero golpe y a un solo asalto.